La salsa inglesa es un condimento líquido utilizado en muchas recetas internacionales, especialmente en la gastronomía británica. También conocida como salsa Worcestershire, esta salsa aporta un sabor único a los platos que la contienen. Si quieres preparar una salsa inglesa casera, sigue leyendo para obtener la receta original.
Ingredientes para preparar salsa inglesa:
- 1 taza de vinagre de manzana
- 1 taza de agua
- 1/2 taza de salsa de soja
- 1/4 taza de azúcar morena
- 2 cucharadas de sal
- 2 cucharadas de zumo de limón fresco
- 1 cucharada de jengibre fresco rallado
- 1 diente de ajo picado
- 1 cebolla pequeña picada
- 1/2 cucharadita de pimienta negra molida
- 1/4 cucharadita de clavos de olor molidos
- 1/4 cucharadita de pimiento de Jamaica molido
Instrucciones:
- En una olla mediana, combina todos los ingredientes y mezcla bien.
- Calienta la mezcla a fuego medio-alto hasta que comience a hervir, luego reduce el fuego y deja que la salsa se cocine a fuego lento durante 45 minutos.
- Retira la salsa del fuego y deja que se enfríe a temperatura ambiente. Después, cuela la salsa en un recipiente limpio y guárdala en la nevera.
¡Listo! Ya tienes una deliciosa salsa inglesa casera para utilizar en tus recetas. Esta salsa es perfecta para marinar carnes, como salsa para dippear o para añadir sabor a tus guisos y sopas. Pruébala en diferentes platos y experimenta con las cantidades para encontrar el equilibrio de sabores que más te guste.
Recuerda que la salsa inglesa es muy versátil y se adapta bien a diferentes tipos de cocina. También puedes agregar otros ingredientes como mostaza, miel o chiles para personalizarla aún más. ¡Que disfrutes de tu salsa inglesa casera!
Historia de la salsa inglesa
La salsa inglesa, también conocida como salsa Worcestershire (por el lugar de su origen), es una salsa condimentaria muy popular y versátil que se utiliza en una variedad de platos, desde carnes hasta bebidas. Su origen se remonta al siglo XIX en la ciudad de Worcester, Inglaterra. La historia de esta salsa es algo nebulosa, pero se dice que fue creada accidentalmente por dos químicos británicos, John Wheeley Lea y William Henry Perrins, en la década de 1830.
Según la leyenda, Lea y Perrins intentaban replicar una receta de salsa hindú que había sido proporcionada por un oficial británico que había servido en la India. Sin embargo, la mezcla resultante fue desagradable y se dejó en un barril en un rincón de la bodega durante varios meses. Cuando finalmente volvieron a probarla, descubrieron que el sabor había mejorado considerablemente debido a la fermentación y el envejecimiento.
Impresionados por el resultado, Lea y Perrins decidieron comercializar la salsa, que rápidamente se volvió muy popular en la región. En 1837, la salsa Worcestershire se registró como marca comercial y comenzó a producirse comercialmente en masa.
La fórmula exacta de la salsa Worcestershire ha sido guardada en secreto desde su creación, y aunque se conocen algunos de sus ingredientes principales, como vinagre, melaza, anchoas, tamarindo, cebollas, chiles y especias, la receta precisa y proporciones específicas siguen siendo un misterio. Cada fabricante tiene su propia versión de la salsa, que puede variar ligeramente en sabor y textura.
A lo largo de los años, la salsa inglesa se ha ganado un lugar permanente en la cocina británica e internacional. Se utiliza para realzar el sabor de una amplia variedad de platos, incluidas carnes, salsas, sopas, guisos, adobos, marinadas y cócteles. Su sabor único y su capacidad para mejorar otros sabores la convierten en un elemento básico en muchas cocinas de todo el mundo.
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